Enmarcado en las 24 cuadras que formaron el primer trazo de la ciudad de León, el Hotel Emiliano alberga el restaurante La Cocinoteca que nace bajo el concepto de apreciación de los alimentos,para disfrutar de los sabores, colores y aromas, en un increíble lugar.

La Cocinoteca reta a olvidarse de las pantallas y dejarse envolver por una atmósfera de relajantes sonidos y la charla amistosa con el chef Juan Emilio Villaseñor, quien nos muestra más que “guacamayas”, piel y calzado.

Por Rodrigo González @RodPower

Podemos afirmar que cualquier día es bueno para visitar León, Guanajuato, una ciudad con un clima de templado a cálido, que suele recibir a viajeros por motivos de trabajo que llegan para alguna convención o a cerrar un contrato. Aunque no podemos dejar a aquellos que vienen en busca del popular calzado hecho con una manufactura que sigue manteniendo la calidad artesanal jamás superada por mercancías chinas.

Si eres fanático de manejar en carretera, te sugiero el Macrolibramiento de Querétaro “Centenario de la Constitución”, cuyo tiempo estimado es de poco más de cuatro horas, desde la Ciudad de México. La recomendación es llegar vía aérea al Aeropuerto Internacional del Bajío, localizado a 37 minutos del centro de León.

Elegancia, historia y sabor.

Recientemente, León estrenó un hotel con todas las características que auguran será uno de los más concurridos en la ciudad: El Hotel Emiliano. Es una casa, de más de 200 años de antigüedad, que recupera un elegante y moderno ambiente envuelto en los colores rojizos de sus paredes y los tonos oscuros de las maderas que un día fueron el esqueleto de la gran mansión.

Todas sus habitaciones, además de contar con wifi y televisión, también tienen una selecta colección de libros para despejar la mente y abrir la imaginación, muy ad hoc para leer en los respectivos balcones que dan a la fascinante piscina de fondo de cristal, ubicada justo en la parte alta del bar, correspondiente a La Cocinoteca con una carta de 30 deliciosos platillos.

Fotografías de @BetoLanz

El chef Juan Emilio Villaseñor, presenta entradas, sopas, pastas, carnes de res, puerco, aves y pescados, con el ingrediente estelar de su cocina: el humo.

Nuestra sugerencia es el plato de charcutería de la casa, que incluye lomo ahumado con escabeche de pimientos, manitas de cerdo, terrina de cabeza de cerdo ahumada y salchicha ahumada con vinagreta de chile y cítricos. Cabe señalar que todos los embutidos son hechos en la misma Cocinoteca, bajo la supervisión de Villaseñor.

Para continuar con la espectacular cena hay que pedir la Sopa de tomate ahumado, Papada de cerdo ahumada, proveniente de Sonora, con puré de papa y cebolla caramelizada, con unas sedosas tortillas oscuras de textura suave, y de postre un dulce de camote amarillo a las brazas.

Todo se puede maridar con exquisitos vinos de cosecha guanajuatense.

El desayuno más largo de tu vida

Antes de despedirte de este destino tienes que desayunar en La Cocinoteca, cada uno de esos provocadores platillos retan al tiempo a detenerse mientras deleitas los sentidos con el concepto “desayuno degustación” que el chef implementó para aquellos que quieren revisar sus redes sociales, no en una pantalla, sino en una mesa con sus conocidos, dedicando un promedio de cinco horas para desayunar en cinco tiempos.

Cada sabor, aroma, color, texturas y temperaturas van “in crescendo”, y La Cocinoteca será un escaparate para apreciar cada plato que llegará en sus diferentes momentos con una presentación bastante colorida que definitivamente nos confundirá entre un restaurante, un museo o el palacio de buen comer.

Como el mismo Juan Emilio Villaseñor lo señala, tú eliges qué degustar, pero definitivamente pide ese fresco yogurt que se endulza con los trocitos de frutos rojos. Después, como buen mexicano pide la garnacha que viene representada en la “infladita” de chicharrón con salsa estilo japonés, decorada con cebolla morada y brotes de cilantro.

Ya entrados en materia, hay dos platillos que te afianzarán a tu asiento y te mantendrán las horas siguientes saboreando, en primer lugar el pastel azteca y luego una sui géneris crepa bañada en mole de cecina con crujientes pelos de elote. Y ya de postre pan de plátano con mantequilla de plátano.

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Sí, las horas se van volando en La Cocinoteca, pero es un hecho que su concepto es totalmente ajeno a cualquier otro lugar de la ciudad, inclusive de México.

Es un auténtico homenaje a la gastronomía que se ideó hace ocho años en la misma cocina de Juan Emilio Villaseñor, cuando invitaba a sus amigos y conocidos a comer, y les presentaba cada alimento exactamente así como ahora en La Cocinoteca.

Agradecemos esta experiencia a Juan Emilio Villaseñor, chef de La Cocinoteca¸ por cada platillo y sugerencias de lugares a conocer, así como al Hotel Emiliano por su recepción durante nuestra visita a la ciudad de León, una ciudad dispuesta a sorprender con su más reciente experiencia que te hará comer sin remordimiento.

Ubicación: Calle Emiliano Zapata #313, esquina Rosas Moreno, en el centro de León, Guanajuato.