Un viñedo y un templo natural en Chihuahua: entre brindis y gigantes de piedra
Si nos preguntan por Chihuahua, lo primero que se nos viene a la mente es el Chepe. El legendario tren que atraviesa las Barrancas del Cobre es una de esas experiencias que todo viajero debería vivir al menos una vez en la vida. Pero esta vez no venimos a hablar del Chepe. Hoy queremos llevarlos a descubrir dos rincones menos conocidos, pero igual de fascinantes, que encontramos en nuestra última aventura por tierras chihuahuenses.
Porque sí, Chihuahua es mucho más que desierto y carne asada (aunque no negaremos que la carne aquí es otro nivel). Es un estado inmenso con paisajes que sorprenden a cada paso. Y en esta ocasión, queremos compartirles la historia de cómo terminamos brindando en un viñedo y caminando entre gigantes de piedra.
Molino Don Tomás en Santa Isabel, Chihuahua.
Viajar es recordar que el mundo es más grande de lo que creíamos.
🍷 Santa Isabel y un viñedo con cabañas (y una bebida misteriosa)
Cuando escuchamos “vino mexicano”, lo primero que pensamos es en Baja California o Querétaro. Pero resulta que Chihuahua tiene 36 viñedos, y entre ellos encontramos un lugar que nos dejó encantados: Molino Don Tomás, en Santa Isabel, a solo 40 minutos de la ciudad de Chihuahua.
No sabemos si fue el aire fresco, el sonido del viento entre las parras o el hecho de que nos ofrecieran una copa nada más llegar (así deberían recibirnos en todas partes, ¿no creen?), pero la vibra del lugar nos conquistó de inmediato.
Vinos de la región y la famosa bebida Santa Chavela.
Un buen vino y una buena compañía: el maridaje perfecto.
Hicimos el recorrido enoturístico (que, por cierto, solo está disponible los fines de semana con reservación) y aprendimos sobre la producción del vino en la región. Lo interesante es que aquí no solo puedes catar vinos, sino que también puedes hospedarte en cabañas dentro del viñedo. Una opción perfecta para quienes buscan desconectarse del mundo y brindar bajo un cielo estrellado.
Y claro, no podíamos irnos sin probar la bebida estrella del lugar: la Santa Chavela. Su nombre nos sonó a personaje de novela revolucionaria, pero en realidad es una combinación peculiar de sabores que nos dejó intrigados. No les diremos exactamente qué lleva (porque nos gusta que ustedes también tengan sorpresas en sus viajes), pero digamos que es una mezcla entre lo celestial y lo terrenal.
Consejo viajero: no pregunten qué lleva la bebida hasta que la hayan probado.
Si buscan un plan diferente en Chihuahua, les recomendamos poner este viñedo en su lista. Ya sea para una escapada romántica, un evento especial (organizan bodas con vista a los viñedos) o simplemente para disfrutar de un buen vino en un rincón inesperado del norte del país.
Vista hacia los viñedos
🏜️ Cañón de Namúrachi: el templo natural de los gigantes de piedra
Después del viñedo, decidimos aventurarnos un poco más lejos y explorar un sitio del que habíamos escuchado muy poco: el Cañón de Namúrachi.
A unas dos horas de la ciudad de Chihuahua (aproximadamente 150 kilómetros), en el municipio de San Francisco de Borja, nos encontramos con un paisaje que parecía sacado de otro planeta. Nos gusta pensar que la naturaleza tiene su propio arquitecto, y este cañón es la prueba de ello.
A veces, la mejor catedral no tiene techo ni vitrales, solo cielo abierto y piedras eternas.
Las rocas aquí alcanzan hasta 30 metros de altura, formando pasillos naturales que parecen diseñados para que los exploradores caminen entre ellos como diminutos viajeros en un mundo de gigantes. No en vano le llaman “templo natural”.
Pero lo más impresionante de todo es su acústica. Si alguna vez han cantado en la regadera y han sentido que su voz suena como la de un artista de ópera (aunque la realidad diga lo contrario), imaginen lo que es estar aquí. No es casualidad que el cañón haya sido sede de festivales culturales y conciertos al aire libre.
La acústica es tan buena que hasta un 'do de pecho' desafinado suena decente.
Si están en Chihuahua y quieren experimentar algo realmente único, les recomendamos este recorrido. No es un destino masivo, así que podrán disfrutarlo casi en solitario, con el eco de sus pasos como única compañía (o con alguien que cante desafinado para comprobar la acústica).
🌟 Consejos prácticos para su viaje
¿Cómo llegar?
Si salen desde la Ciudad de México, hay vuelos directos con VivaAerobus, Aeroméxico y Volaris, con una duración de aproximadamente dos horas.
Desde Chihuahua, también hay vuelos internacionales con KLM, Air France, American Airlines y British Airways, algunos con código compartido con otras líneas.
¿Dónde hospedarse?
Dependerá de lo que busquen:
Céntrico y tradicional → Quality Inn San Francisco, una opción cómoda en el corazón de la ciudad.
Diseño y encanto → Doroteo Hotel Boutique, justo detrás de la icónica Quinta Gameros.
Vistas modernas → Hilton Garden Inn Chihuahua, ideal si prefieren una ubicación más contemporánea.
Dormir bien en un viaje es tan importante como elegir el destino correcto.
¿Dónde comer?
Nosotros somos de los que planean los viajes en torno a la comida, así que aquí les van dos recomendaciones obligadas en la ciudad de Chihuahua:
El Escuadrón → Para probar burritos y montados con todo el sabor del norte. Pro tip: no se vayan sin probar la salsa de requesón con chile.
Cantina La Antigua Paz → La cantina con más tradición en la ciudad, perfecta para una experiencia auténtica y un par de buenos tragos.
Si un lugar tiene fila, es porque la comida vale la pena.
Centro de la ciudad de Chihuahua
🏜️ Chihuahua: un destino de contrastes y sorpresas
Chihuahua es un estado de contrastes: desierto, sierra y llanura se combinan para crear un escenario perfecto para los viajeros que buscan experiencias auténticas. Desde viñedos inesperados hasta cañones que parecen templos de piedra, este rincón del norte de México siempre tiene algo nuevo por descubrir.
Así que, si tienen ganas de un viaje diferente, con buen vino, paisajes sorprendentes y un toque de aventura, ya saben a dónde ir.
¿Se animan a recorrer estos lugares con nosotros? 🚀✈️