Dormir en pareja, compatibilidad de ciclos, manías y movimientos
Los que ya vivimos en pareja sabemos que uno de los aspectos en el que debemos de poner más atención es lo que sucede a la hora de dormir y si estás en planes de establecer la vida de pareja de fijo es algo que debes considerar como importante, aunque no lo creas.
Si estás en el primer grupo entonces ya sabes qué horarios, posturas, movimientos y sonidos (de todo tipo) son verdaderos temas qué hay que considerar. La Academia Americana del Sueño hizo un estudio al respecto y encontró que en el 75% de parejas que se refirieron a sí mismas como parejas felices los patrones de sueño son similares o se han adaptado. El reto está en el proceso para llegar a ese punto. Así que te comparto algunos puntos como recomendaciones para lograrlo.
Horarios y ciclos
En general existen tres tipos de personalidades en cuanto al comportamiento del sueño. Madrugadores, noctámbulos y neutros. Se ha comprobado que estos comportamientos son un factor de atracción al formar una pareja, es decir, dos madrugadores se pueden atraer más porque probablemente compartan intereses afines, pero la verdad es qué hay un alto porcentaje de posibilidad de que no sea así. Si en tu caso el horario o tiempo necesario para dormir es algo que les ha producido discusiones entonces hay que actuar. La primera recomendación es que sean considerados con la otra persona. Quien se duerma más tarde puede utilizar una luz en el buró para leer o bien mirar la televisión en otra habitación para no molestar a su pareja y quien se despierte más temprano procure no encender las luces para no molestar a la otra persona. Que cada quien tenga su propio despertador ayuda, de esa manera se evita que los dos tengan que despertar al mismo tiempo y en cuanto a las actividades ambas partes tendrán que hacer un esfuerzo por ceder ocasionalmente y en reciprocidad comprender que no es cómodo para la otra persona dormirse tarde o despertarse temprano. Como muchas cosas en la vida de pareja es asunto de comprensión, negociar y ceder.
Roncar, roncar y roncar
Este es uno de los temas más álgidos en la vida nocturna de la pareja, que uno de los dos ronque es un tema muy delicado porque puede ocasionar discusiones frecuentes y el hecho de robarle el sueño a tu pareja puede provocar que se despierte de mal humor e irritable por un proceso natural, no es cuestión de carácter, es un asunto fisiológico, y en consecuencia se puede desatar un mal momento. Roncar es un tema de salud y se puede atender para aminorar o eliminar pero si no se hace es probable que aumente con el paso del tiempo. Quien ronca debería ir al médico, pero también vigilar su peso, su condición cardiovascular, evitar comidas pesadas en la noche o abusar del alcohol antes de dormir. También es recomendable que evite dormir boca arriba y procurar dormir del lado que le de la espalda a su pareja. Para quien no ronca hay pocas opciones pero el uso de tapones auditivos es un remedio casi mágico que no cuesta mucho y te puede ayudar no solo con los ronquidos sino a mejorar la calidad del sueño en general.
Me muevo como licuadora
Hay personas que se mueven mucho, de un lado a otro, codazos y patadas son parte de su accionar nocturno de rutina y otras que duermen como tabla que prácticamente no se mueven y casi despiertan en la misma posición en la que se durmieron. Este es uno de los puntos en los que se puede hacer poco ya que son reacciones físicas muy difíciles de controlar, por supuesto influye el nivel de estrés, preocupaciones, alimentación y demás pero si aun así se mantiene la situación quedan pocas opciones. Aquí tendrás que aplicar medidas drásticas, la primera será utilizar sábanas y cobijas independientes, aunque parezca un chiste no sabes la cantidad de peleas que surgen por este motivo, otra medida es poner una o dos almohadas entre ustedes al dormir y si esto no ayuda entonces hay que considerar cambiar el colchón por uno más grande o de plano dormir en dos camas independientes pero juntas en la misma habitación, vaya, es eso o el futuro de tu relación.
El abrazo del oso
Aunque parezca una broma es cierto qué hay personas que están acostumbrados a dormir abrazando a otras personas, una almohada o muñecos de peluche, no me pregunten mejor pregúntenle al Dr. Freud. Si están en esta situación lo mejor que pueden hacer es hablarlo con delicadeza, de manera respetuosa o bien acostumbrarse al cariño nocturno.
No des por alto estos consejos, son apenas unos tips para atender de primera un problema qué tal vez requiera mayor profundidad, espero que te resulten de utilidad.